Y mis conclusiones son:
No hay nada que no hayas conocido antes en la experiencia de vivir, pues antes y después son al mismo tiempo en el no-tiempo.
El Amor nos ciega la perspectiva, por esto en amor no hay principio ni final.
El miedo nos cierra los caminos, sólo el desprovisto se sirve de él. Déjenlo atrás, pues su destino es mucho Mayor que esta emoción y merecen vivirlo plenamente.
Quiero dar las gracias a todas la Almas que encarnaron conmigo y compartieron sus pasos con los míos. Quiero anunciar también que seguiré caminando con ustedes desde donde me encuentro, pues mi cuerpo estaba ya cansado, pero mi Ser es radiante y vital como el Eterno Ahora en el que me encuentro.
Gracias por todo lo compartido y saludos desde mi nueva nave, mi nuevo Hogar, siempre conocido, ahora reencontrado.
Daniel Cipolat
